El sábado 14 de
noviembre realizamos el anunciado viaje turístico a Lorca. Salimos a las 9 de
la mañana con el ánimo de descubrir la ciudad histórica. El autobús nos subió
directamente a la Fortaleza
del Sol (que comprende el castillo, la Sinagoga y un parque arqueológico) donde nos
esperaba Enrique Pérez Richard, arqueólogo y guía turístico, que fue
fundamental en el transcurso del día, por sus conocimientos y su pasión al
mostrarnos y describirnos cada uno de los rincones magníficamente puestos en
valor. Durante el recorrido
contemplamos la fortaleza con sus dos
torres del Espolón y Alfonsina, cañoneras y hornos de pan, así como los restos
de una judería y Sinagoga del siglo XV. Allí, en medio de las caballerizas del
castillo, nos fue preparada la comida, tras la cual, volvimos al autobús que
nos llevó al centro de la ciudad.
Visitamos el museo
de bordados del Paso Blanco, con sus maravillosos e increíbles mantos, una sala
con retablos barrocos espectaculares, reconstruidos en su mayor parte después
de aquellos nefastos días de terremotos. El Arte del Bordado de Lorca y su
puesta en escena en los Desfiles Bíblico-Pasionales es candidato a Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad
por la Unesco.
Continuamos hacia
la plaza de España, monumental, con la Colegiata , el Ayuntamiento y edificios barrocos
que nos trasportaron a tiempos pasados de esplendor; el palacio o casa de Guevara,
el Casino, el teatro Guerra, iglesias, alamedas, calles estrechas llenas de
balcones, y restos de sus dobles murallas protegiendo a la ciudad de los
posibles enemigos.
Sin saberlo,
coincidió nuestro viaje con la celebración del día del Patrón, San Clemente, y
pudimos disfrutar, para cerrar la jornada, de un vistoso desfile de moros,
cristianos y judíos, con sus tradicionales y majestuosos caballos, carrozas y
algunos camellos.
Fue el colofón a un
viaje ilustrativo y ameno con un grupo agradecido de socios y amigos de LUCERNA.